Llevo unas semanas hablando con mis hijas del famoso juego del Calamar, ante las graves situaciones que se están viendo en los patios de los colegios.
Cuando hablo con ellas, no pretendo darles lecciones de lo que está bien y está mal.
Me interesa conocer qué saben y qué opinan y desde ahí, las acompaño para que puedan crear una opinión con sentido crítico ante cualquier comentario o propuesta de juego.
Antes de continuar te cuento, si todavía no te ha llegado la noticia, que el juego del Calamar se trata de una serie de Netflix surcoreana que los niños están replicando en las escuelas.
Trata de un hombre ahogado por sus deudas dónde se le ofrece la posibilidad de ganar una importante suma de dinero con un juego aparentemente sencillo.
El hombre se ve involucrado en una competición con más participantes donde la recompensa es muy atractiva, pero el precio a pagar es correr el peligro de morir en el intento de conseguirla.
El problema no es la serie en sí. Si echas la vista atrás también sucede con el porno, la serie Élite, el reto de Momo, etc. Es el hecho de dejar exponerse a menores a contenidos no aptos para ellos.
Siguiendo con la fábula, Netflix es ese gran panal de rica miel donde las familias van dejando quedarse atrapados a sus hijos que a primera vista parecen estar disfrutando, pero donde su aprendizaje e intereses pueden estar basándose en valores inmorales como el odio, la falta de respeto, la traición, el egoísmo, etc.
El problema llega cuando los hijos o alumnos están "a punto de ahogarse", es decir, empiezan con comportamientos disruptivos.
Pero si vuelves a la fábula de Samaniego, lo que te quiere decir, es que debes tomar siempre las cosas más bellas de tu vida con serenidad, poco a poco, para que las disfrutes plenamente y así no te ahogues dentro de ellas.
Como padre o una madre lo más importante en la vida son los hijos, y para cuidarles debes educarles con serenidad, poco a poco y así no ahogarte ni ahogarles.
¿Cómo explicar en clase o en casa lo sucedido con el juego del calamar?
Prohibir sin más no es la solución y es necesario que acompañes a los niños escuchándoles y a través de un diálogo abierto, conociendo mejor los contenidos que consumen.
El control parental es necesario en ciertas edades cuando les estás enseñando qué contenido pueden o no consumir según su edad para poder supervisar el uso que le da a la tecnología.
Puedes cambiar la palabra control que no es de agrado, por la de mentor.
¿Y enseñar qué? Pues hábitos digitales saludables.
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Los niños, niñas y adolescentes están en proceso de formación y como tal, es el momento para inculcarles conductas sanas para el uso de los espacios tanto digitales, como físicos.
Con la mentoría parental lo que vas a poder hacer es observar el uso que le da a la tecnología para luego enseñarle lo que debe cambiar y mejorar.
Los niños son eso, niños, por lo que necesitan de mentores que les conduzcan a un uso sano y responsable del mundo digital. La mentoría parental es una práctica que te será de gran ayuda.
Si quieres que los niños sean capaces el día de mañana de construir vínculos positivos con otros y de encontrarse con ellos mismos, es fundamental que acompañes con atención y serenidad para que nadie se ahogue.
En el siguiente enlace puedes conocer cuáles son los valores que te ayudan a acompañar desde la atención y la serenidad que necesitas. Pincha aquí.
hola@braveup.eu
+34 659 21 23 76
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